tag:blogger.com,1999:blog-25167654784313413442024-03-19T04:13:07.678+01:00brainspottingerAntonio Jiménezhttp://www.blogger.com/profile/14094414697387400205noreply@blogger.comBlogger23125tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-14369662526355766362012-05-09T11:42:00.002+02:002012-05-09T13:41:10.326+02:00Letargo<div style="text-align: justify;">
Un mosquito me despertó del letargo. Se posó sobre mi mano seguramente sin pensarlo. Mis actos reflejos lo aplastaron con un dedo. Ya no quedaba nada de él, ni tampoco mucho de mi, la verdad. Allí estaba parado con los pies juntos y la mirada perdida. Y esa mirada me llevó a descifrar el paisaje que se mostraba ante mi. Me percaté de que ya había estado allí antes, más de una vez. Como hace cosa de un año. De hecho recordé que el año pasado, justo por estas fechas, iba todas las tardes al mismo sitio en el que me encontraba hoy para hacer lo mismo que ahora hago. Exactamente lo mismo. Parecía como si el tiempo, detenido, no hubiese pasado. Pero hubo un verano, y luego un otoño. Lo siguió un invierno. El invierno. En aquella casa pasé algunos momentos, podía verla desde la parada del autobús, oculta por un árbol que debió crecer en todo este tiempo, pero al cual no notaba el más mínimo cambio. Fueron días felices, quizá. Realmente <i>no lo sé</i>. ¿Cómo podía saberlo? Los motores de los coches calle abajo me enturbiaban entonces igual que ahora y el calor, que en la ciudad siempre fue intenso por esta época, parecía atosigarme más que nunca. A mis espaldas había un pequeño comercio regentado por chinos. Allí solía comprar refrescos y pasteles para merendar. Ahora ya no compro nada. Cuento las monedas para coger el autobús y poco más.</div>
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<br /></div>
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De repente quise pensar en todo aquello que sí había cambiado. Porque estaba seguro de que, con el paso del tiempo, algo había tenido que cambiar. Fue fácil llegar a la conclusión más obvia; ahora estaba solo. Pero eso no era del todo verdad.<i> ¿Cuánto más solo estaba entonces que ahora?</i> El mes de mayo pasado no era más que el preludio de lo que luego vino en verano. El verano. Los rayos del sol me golpeaban la cara cuando miraba calle arriba y el bus no llegaba. Los rayos del sol ya me golpearon la cara entonces, en verano... Nada parecía haber cambiado. Unos niños jugaban en el parque de enfrente. Hacía buen tiempo después de unas semanas de lluvia y corrían. Gritaban. Saltaban. Yo una vez fui niño y también hice esas cosas. Ahora ya no las hago. Entonces, ¿cambiamos?</div>
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<br /></div>
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Llegó por fin el circular. Con los céntimos contados pagué mi billete. Estaba repleto y me costó encontrar un sitio. Perdone. Disculpe. ¿Me permite? Al final me senté en la parte de atrás. Ocurrió lo que ocurre a veces cuando viajo; que la gente se esfuma y sólo quedo yo. Unas voces desaparecieron para dar paso a las otras voces. Conversaban sobre la vida, <i>mi vida</i>. Debatían con pasión sobre la cuestión antes planteada. <i>¿Cuánto más solo estaba antes que ahora?</i> Quizá ahora estaba realmente menos solo y ni siquiera <i>lo sabía.</i> Crucé el puente. Que tembló como siempre tiembla al pasar de los motores. Recuerdo que una vez, por ese mismo puente di un paseo y luego me senté a la orilla del río. Sobre el césped seco y las hojas caídas. Era otoño. El otoño. Lloré una perdida.</div>
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<br /></div>
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Lloramos las pérdidas del mismo modo que nos arrepentimos de nuestros errores. Nos compadecemos de nosotros mismos y maldecimos nuestra mala suerte. Pocas veces prestamos atención a las sonrisas gastadas. Siempre hay sonrisas. Parece ser que no aprendemos, ¡nunca aprendemos de ello! ¡Ay...! Mentira. Una vez fui niño -recordé- y ya no lo soy. Han pasado los años y cada uno tuvo su invierno, su otoño y su verano. Y con ellos fui cambiando, una parte de mi se marchaba con los años y al mismo tiempo otra surgía de la nada. Esa parte aprendida adherida a mi. Y sabía de dónde venía. Recolecté todo el dolor de los campos que los años me traían y con él también las flores. Combatí con ellas y gané. <i>Una vez gané</i>. Creo que me olvidé, hasta este preciso momento, de la primavera. Es injusto. Conmigo y con ella.</div>
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<br /></div>
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El autobús dobló la calle. El sol me golpeó la cara y como el mosquito me despertó de mi letargo. Tenía que bajar aquí, había llegado a casa. Un día más, como hace justo un año.</div>
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</div>Antonio Jiménezhttp://www.blogger.com/profile/14094414697387400205noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-53573745104259471992011-10-18T14:43:00.000+02:002011-10-19T16:06:16.927+02:00La leyenda del Monte Gordo<div style="text-align: justify;">
Hace cientos de años un ogro vivió en esta comarca. El ogro vivía solo, no se le conocía familia por lo que todos atribuyeron su mal humor a esa soledad. Se dice que moraba en una cueva de grandes dimensiones, pues el ogro era bastante grande. Medía como dos hombres y medio -de los más altos- y para rodearlo hacía falta un corro de al menos siete niños cogidos de las manos. El ogro tenía los ojos completamente negros, por lo que su mirada despertaba desconfianza y miedo. Muchos quedaron paralizados ante su figura, sin saber que hacer. Corría pues, por ahí, el rumor de que podía petrificar a las personas con el mero contacto visual. </div>
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<br /></div>
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Aunque su cueva estaba al otro lado del río, el ogro lo cruzaba con gran facilidad siempre que quería. Ni la profundidad ni la distancia de las orillas podía detener sus zancadas. De nada sirvió que los campesinos de aquel lado abandonasen sus tierras y volviesen a la ciudad para estar a salvo. El ogro podía perseguirlos allá dónde hiciera falta y chantajear a aquellos pobres que vivieron durante años en un verdadero infierno. El ogro siempre pedía lo mismo, deliciosos niños a los que devorar. Como era de esperar, ninguno de los padres sucumbió nunca ante tal chantaje y ofrecieron resistencia. Pero las armas de las que disponían -por lo general aperos del campo para la labranza- no eran suficientes para hacerle frente y al final tuvieron que ceder. El ogro les propuso un trato, no comería un niño siempre que le sirvieran fielmente y lo abastecieran de todo aquello que quisiera comer.</div>
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Los aldeanos, desesperados, aceptaron el trato. El ogro arrasó con su ganado, devoró todos los cerdos, las vacas y las ovejas de la comarca. También acabó con el pan, y con las frutas que allí crecían. Sus preferidas eran las manzanas, aunque también le gustaban las sandías. El ogro empezó a abusar de la población y cada vez pedía más. También pedía grandes telas con las que vestirse, y piezas de orfebrería hechas de oro con las que embellecerse. Los aldeanos no paraban de trabajar, incluso sus hijos tenían que hacerlo para tenerlo todo listo para contentar a la bestia. La mayoría de los días no hacían otra cosa que trabajar, pero no lograban tener listo todo lo que el ogro quería. Si no lo conseguían en el tiempo que él quería, los amenazaba con severos castigos y fuertes reprimendas que los mantenía aterrorizados. La gente no llegaba a comprender por qué si hacían todo lo que les pedía desde hace tiempo, el ogro nunca se veía satisfecho. Aún haciendo lo que debían, eran reprimidos.</div>
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<br /></div>
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Una mañana el ogro no apareció por el pueblo y todos se extrañaron. Pese a ello, siguieron trabajando duro pues temían que el ogro apareciese en cualquier momento y les pidiera todo lo atrasado. No podían descansar. Al caer el sol, aún no se había manifestado, por lo que un grupo de personas se reunieron para intentar averiguar qué le podría haber pasado al ogro. Todos empezaron a fantasear con la marcha del enemigo. Otros pensaban que se había perdido, o que quizá había muerto pues su estado no era el más saludable desde hacía un tiempo. Sea como fuera los aldeanos durmieron esa noche a medias, con la esperanza de una libertad soñada y el temor por una vuelta del ogro aún más fiero que de costumbre.</div>
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<br /></div>
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A la siguiente mañana, ni el sol, ni la brisa, ni los pajarillos que cantan al alba trajeron consigo los rugidos del ogro. Se formó un gran revuelo ante la posibilidad de ser libres de nuevo. Una expedición pronto se formó en la plaza del pueblo y decidieron caminar hacia la cueva dónde vivía, al otro lado del arroyo. Querían confirmar si la bestia se había ido y al fin podían respirar tranquilos. Los hombres y mujeres más valientes y fuertes se armaron con cantidad de herramientas, la mayoría de labranza como zoletas y hoces. Cruzaron el río y cuál fue la sorpresa de encontrar tras unos árboles en dirección a la cueva al ogro tumbado en medio del camino.</div>
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<br /></div>
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Todos tuvieron un primer instinto de correr despavoridos, pero en lugar de ello saltaron los gritos. El ogro se percató de la presencia de los aldeanos y comenzó a pedir ayuda. Su voz mostraba el miedo y ahora era suave. Se dieron cuenta así, de que el ogro no se podía mover. El caos es que estaba muy gordo. Sin duda su figura, para cualquier hombre normal, era temida, por lo grande. Pero visto así, tumbado boca arriba sobre el suelo, como una tortuga volteada que no se puede levantar, daba risa. Los aldeanos no lo pudieron evitar y empezaron a reír tímidamente. Una risa nerviosa se extendió entre todo el grupo y rápidamente se transformó en carcajada. El ogro comenzó a gritar nervioso y con el orgullo herido. Juró que los mataría a todos en cuanto que se levantara. Pero no pudo hacerlo. Pasaron los días y seguía allí. </div>
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<br /></div>
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Los aldeanos procuraron no pasar cerca durante un tiempo, por si acaso los lograse alcanzar y atacara alguno de ellos. Pasados unos meses decidieron volver al lugar, para ver si el ogro seguía allí tumbado o si se había marchado de una vez.</div>
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Cual fue la sorpresa, que al llegar, todo lo que encontraron los pueblerinos fue una gran montaña. Un monte más bien, de unos tres metros y medio de altura, con una ladera muy accesible y un relieve poco encrespado. Más bien de figura redondeada, justo donde se encontraba tumbado. El monte recibió desde entonces el nombre de Monte Gordo y encima de él los habitantes de la comarca construyeron una torre vigía desde la que salvaguardar que ningún otro ogro, gigante o bestia en general se acercase al pueblo para nunca jamás.</div>
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<br /></div>
<br />Antonio Jiménezhttp://www.blogger.com/profile/14094414697387400205noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-84436513345152706732011-07-24T23:52:00.000+02:002011-07-24T23:52:34.632+02:00Sangre y lágrimas<div style="text-align: justify;">
Extendió sus brazos a la nueva tierra y ordenó: que los soldados sujetos a la orden de Etoya sometan estas lindes. Que las lanzas que empuñan derramen la sangre de los que aquí habitan.</div>
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<br /></div>
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Ares, dios de la guerra, dio la señal levantando su arma. A la contra del sol emitió oscuridad con su sombra y el destello de su armadura de bronce cegó la paz allí habida. Los soldados comenzaron su conquista. </div>
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<br /></div>
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De la batalla se abrieron dos zanjas en el suelo. Desde las lejanas montañas de Anatolia hasta el golfo Pérsico. Una a causa de la guerra, por la que corrió la sangre derramada. Desde el monte Ararat bajó la sangre. La otra a causa del dolor de los que allí perecieron, y se llenó de lágrimas provenientes de los montes Tauro. </div>
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<br /></div>
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Al paso de los siglos la tierra descansó y ambas zanjas confluyeron en una sola. La sangre dejó de emanar del monte Ararat y las lágrimas en forma de copo tomaron su copa. </div>
Antonio Jiménezhttp://www.blogger.com/profile/14094414697387400205noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-39266569806279699632011-07-13T12:42:00.002+02:002011-10-19T16:12:06.755+02:00Mateo 8:22<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Cada septiembre vuelvo a este lugar a visitarte y nunca
estás listo para recibirme. Quién te ha visto y quién te ve, Manolito. Todo lo
que brillaste en vida, ahora lo has perdido ahí abajo, entre gusanos, debes
estar a gusto descomponiéndote a toda velocidad y notando sobre ti el paso de
los años. Toda esa materia descomponiéndose te resulta demasiado biológico,
demasiado natural, pobre de ti. Pero como siempre y para todo, hay una versión
bíblica para esto: ¿Qué se siente al sentir en tu propia carne el “polvo eres y
en polvo te convertirás”? Seguro que esperabas algo más delicado y no tan
asqueroso. Sobre todo tras una vida dedicada al señor todo poderoso, ¿verdad?</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Menos
mal que viviste dentro del sendero de Dios. Nunca te saliste de él, vivías por
y para la norma divina y no contento con eso intentaste arrastrar a todos
contigo. Me arrastraste incluso a mi, que crecí contigo y nunca fui igual a ti,
Manolo. Siempre odié tu raya al lado y ese pelo repeinado, sobre todo los
domingos cuando ibas a la iglesia y te cargabas de fe cristiana para el resto
de la semana. Y a mi me arrastrabas contigo, ¡como si a mi me importara el
final del camino y la salvación! Siempre te dije que debiste vivir tu vida con
más intensidad, pero no me hiciste caso Manolito. Nunca escuchaste mi voz, la
tuya siempre estaba por alto: “¡Quieto, no lo hagas!”, “¡Detente ahora que
puedes o te arrepentirás!”, “No caigas en la tentación amigo, Dios está
contigo.”</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Si de
mi dependiera, me habría ensuciado las manos con todo el barro del mundo y con
las manos sucias hubiese tocado a todos cuanto tuviese cerca. Como un mesías
en su peregrinación, habría empujado a todos contra el suelo y me habría
retozado con ellos en el fango hasta hundir mis pestañas en él. Qué vida malgastada
la tuya, Manolito, cuidando de tus geranios blancos religiosamente cada tarde y
sacando brillo a tus zapatos de piel cada sábado mientras escuchabas en la
radio </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Nuevo Horizonte</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> ese programa de lectura de la biblia, ese libro
que tenías memorizado de pé a pá, pero que aún así querías oír una y otra vez.
Tu único consuelo, tu guía y tu paz. Tú nunca te cansabas de seguir esa paz
espiritual, la única que jamás conociste. Ni siquiera ahora que estás muerto
has descubierto la paz verdadera tal y como reza el epitafio “D.E.P.”.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Fuiste
un cristiano ejemplar y todos te adoraron por ello en vida, pero pocas lágrimas
de verdad salieron de los invitados a tu entierro porque siempre fuiste un
hombre vacío para con los demás. Manolito, ansiabas tanto tu otra vida, la del
más allá, que tu amor al prójimo siempre fue una pose bien estudiada y poco
más. Quizá fue ese tu error, el no actuar con naturalidad. Lo tuyo rozaba la
locura irracional, como si de un amor adolescente se tratara. Mirándolo bien y
con cierta distancia, lo tuyo era propio de un fenómeno fan. Un fanático
empedernido que acabaste en mal lugar.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Y me da
pena estar hoy aquí, de nuevo otro septiembre más sobre tu tumba sabiendo que
no aprovechaste la vida y que negaste la evidencia, que ya no hay opción para
ti. Pobre ignorante, me da pena de ti y rabia al mismo tiempo porque yo tampoco
lo hice, no viví. No me dejaste hacerlo. Incluso ahora, después de muerto me
tienes atado a ti y a este lugar intentando ajustar cuentas con el más allá
para que de una vez por todas me dejes huir. Pero hay una diferencia entre tú y
yo Manolo, tú estás ahí y yo estoy aquí. Aplazaste mi vida no dejándome salir,
enterrándome en lo más profundo de tu ser, me prohibiste vivir a mi manera con
tu absurda represión. Siempre fuiste un alma partida en dos, admítelo, y a mi
me han dado otra oportunidad, por eso estoy aquí, para decirte de una vez por
todas adiós. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">¿Recuerdas
el versículo Mateo 8:22? Seguro que sí, no podría esperar menos de ti. A ver,
recuérdamelo… ah sí, sí, ese dice así: “Jesús le dijo: Sígueme; deja que los
muertos entierren a sus muertos.” Pues ahora Manolito, yo te entierro a ti.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Todo el
mundo ha pecado en vida Manuel, todo el mundo menos tú. Es el momento de
decirte adiós y me dejes vivir.</span><o:p></o:p></span></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-23911182675653762292011-07-07T19:39:00.003+02:002011-07-09T10:42:25.150+02:00El faro<b><div class="MsoNormal" style="display: inline !important; text-align: justify;">
<div style="display: inline !important;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Mis ojos se abrieron y no fui capaz de ver más allá. La oscuridad me acompañaba en un lugar que sentía pequeño. Notaba la presión sobre mi cabeza y ni siquiera sabía dónde me encontraba.</span></span></div>
</div>
</div>
</b><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<b></b></div>
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<b></b></div>
<b><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">De repente una compuerta se abrió ante mis ojos. Una luz me cegó y los cerré precipitadamente antes de poder ver dónde me encontraba. Me costó volver abrirlos pero al final lo conseguí tras varios pestañeos, cuando mis pupilas se adaptaron a la nueva sensación de luz. El sonido mecánico que acompañaba al movimiento de la pieza que hasta hace unos instantes me mantenía encerrado se extinguió al tiempo que ésta se ocultó en un doble fondo situado bajo mis pies.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Era un lugar que no conocía. No recordaba haberlo visto antes. Todo estaba lleno de máquinas y tubos. Tubos en todas direcciones que parecían tener muy claro hacia dónde ir. Justo lo contrario que yo. Perdido empecé a caminar por el pasillo hasta llegar a una habitación.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">No encontré a nadie a mi alrededor. Decidí salir de allí. Una puerta situada al otro lado me indicó el camino a seguir. La sala estaba llena de maleza, como si el lugar en el que me encontraba estuviese abandonado por completo. Rodeado de arbustos y espinos, la tecnología allí presente pasaba a un segundo plano. Me resultaba extraño un lugar como aquel. Construido de la mano del hombre y entregado sin más a la naturaleza.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">La puerta me llevó fuera. Salí de un pequeño edificio, situado sobre un peñasco, junto al mar. A unos metros de él había un faro o al menos lo que parecía quedar de él. Su aspecto era lamentable, aunque aún emitía luz. Allí debía haber alguien. Como un castillo de naipes en el momento previo a su caída, el faro se erguía sobre las rocas, como si sus sillares fueran a caer uno sobre otro al más leve movimiento del viento.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Entonces fui consciente de que era de noche. Miré al cielo y no vi nada. Ni una estrella, ni la luna. El miedo empezó a inundar mis sentidos. Así que fui a buscar ayuda. Empecé a correr hacia el faro, cruzando la noche para escapar de ella. Estar bajo ese cielo sin luna –ni estrellas– me arrebataba el aliento y me dejaba a merced de la impunidad de la noche y sus peligros. Que no tardaron en aparecer.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Al llegar a la puerta del faro todo se movió. El suelo se veía turbio y un estallido inundó mis oídos. Parecí cambiar de escenario, pero aún seguía en el mismo lugar. Eso sí, no podía escapar de allí. Una figura se apareció ante mis ojos. Con el doble de mi altura y un cuerpo desproporcionado su simple silueta desde la penumbra dejaba vislumbrar su monstruosidad. Su piel con escamas y oscura resultaba indigesta a la vista y un olor a orco inundó mis fosas nasales. Su ojos color ámbar, como el de un semáforo, parecían confirmar el peligro. Su mirada traspasaba la oscuridad y el brillo de sus córneas situaba su cabeza a un metro sobre mí.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Di un paso atrás y noté un peso en mi espalda. Me percaté de que iba armado. Llevaba una espada que hasta entonces no había notado. Aún así, no sabía usarla por lo que no me sentí salvado. El monstruo se acercó a mi con un par de pasos, que en su caso recorrieron algo más de un metro. No sé si era un lagarto o un dinosaurio, pero no necesitaba saberlo.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Sus rodillas se flexionaron sobre sí y saltó cogiendo impulso. Esperaba que sus fauces cayeran sobre mi, y destrozaran mis miembros, como el cocodrilo de aquella película de Indiana Jones.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Hubo una luz, un fogonazo y tras ella la oscuridad más absoluta. No sentía nada, ni siquiera mi cuerpo, ni dónde estaba. Perdí la consciencia de forma inmediata. Pero sentí la rabia crecer en mi. Sabía que no era la primera vez que me pasaba algo así, y de hecho no me gustaba. De pronto oí a mi madre decir de fondo:<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoListParagraph" style="text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">-</span></span><span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman';"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> - </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Antonio, ayúdame a poner la mesa, por favor.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Y volví en mi. La televisión mostraba imágenes de una guerra, en algún país de Oriente Próximo. Olía a estofado, el plato favorito de mi hermana. Ella hablaba, pude oír por el hueco de las escaleras, por teléfono. Seguramente con su novio. Una vez más era yo el que tenía que servir la mesa. Mi gato andaba por mis pies, deseoso de probar el estofado. Siempre venía a mis pies a la hora de comer.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Solté la videoconsola y la coloqué sobre el edredón de cuadros de mi cama. Me levanté. Me dirigí al salón para almorzar. Mi aventura debía esperar, al menos hasta la media tarde. Se habían acabado las pilas y la tienda del barrio no abriría hasta las seis.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Estaba deseoso de volver allí, a ese faro y enfrentarme a ese monstruo. La próxima vez no tendría miedo. Pensaba descubrir que se escondía entre tanto misterio.</span></span><o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
</b><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-73117836110683616882011-06-20T22:55:00.001+02:002011-07-21T23:53:30.687+02:00Definición de GatoGato.<br />
<br />
(Del lat. cattus).<br />
<br />
1. m. Mamífero carnívoro de la familia de los Félidos, digitígrado, doméstico, de unos cinco decímetros de largo desde la cabeza hasta el arranque de la cola, que por sí sola mide dos decímetros aproximadamente. Tiene cabeza redonda, lengua muy áspera, patas cortas y pelaje espeso, suave, de color blanco, gris, pardo, rojizo o negro. Es muy útil en las casas como cazador de ratones.<br />
<div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1S8q4-pXC9J91oxZV-qdObnIsaQzHJI1lMfEQSYPElGPc3uRKyylW9lMxvVMBfvMJD6JXJPioLQoR3bAsYmlv7ULO_LXQA3NqW0cimM0sYXOdhzXh3CgNy8dRiJ7oGYp2jrYQqKeDl18/s1600/razasdegatos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1S8q4-pXC9J91oxZV-qdObnIsaQzHJI1lMfEQSYPElGPc3uRKyylW9lMxvVMBfvMJD6JXJPioLQoR3bAsYmlv7ULO_LXQA3NqW0cimM0sYXOdhzXh3CgNy8dRiJ7oGYp2jrYQqKeDl18/s320/razasdegatos.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #3d3d3d; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 12px; font-weight: bold; line-height: 16px;">Definición incluida en la vigésima segunda edición del diccionario de la lengua española.</span></div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-26965054393203463222011-02-26T15:48:00.042+01:002011-05-06T17:43:30.169+02:00El beso.Le agradaba estar allí, en la penumbra. Mientras sus manos tocaban su cara. Le agradaba estar frente a él. Mirándole a los ojos. En una cruzada de suaves caricias e intensas miradas. Le agradaba estar allí, cara a cara.<br />
<br />
De repente surgió el beso. Y sus labios se acercaron poco a poco a los suyos, rompiendo el aire habido en aquella habitación. Y sintió que aquello era más que un simple beso. Sintió cómo una historia llegaba a su fin, recopilando capítulos y anexos. Sintió como todo lo pasado cobraba sentido. Y como una nueva historia daba comienzo. Y sintió por primera vez, como no había sentido antes en el tiempo, que existía para estar allí, en aquel justo momento.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-20944791517226927802010-07-26T02:06:00.002+02:002010-07-26T02:10:16.026+02:00605 391 0II<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">La chica le miraba con ojos de gata. Esa chica era lista, sin duda alguna. Su cabello negro era su mayor atractivo. Sí, en efecto, ella era una de esas chicas de pelo voluminoso, largo y brillante y sabía como usarlo.</span><o:p></o:p></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Sus manos se movían por encima de la mesa, al ritmo al que hablaba. Y su sonrisa, grande como su boca, se dibujaba una vez tras otra siendo sólo interrumpida por los pequeños sorbos que daba a su copa. Su aspecto era el de una importante mujer de negocios, joven y poderosa. Y aunque desde allí no podía oír nada, apostaría mi vida entera a que su voz era firme, como la de un general. Su rostro parecía seguro, y como ya dije, sus ojos, los de una gata.<o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Él en cambio parecía nervioso. Si se tratase de un combate a muerte, no dudaría en apostar a la contra. Como una vieja mula al borde de un precipicio, así es como imaginaba a aquel tipo. <o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">De él, no sabía mucho... pero sí lo suficiente, aunque llevaba un tiempo tras sus pasos. Agarraba su copa y la movía en círculos. Cerraba mucho los ojos, un parpadeo que acentuaba su expresión de dolor en el rostro. <o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Hablaron durante unos largos y bien aprovechados quince minutos. Agarró su bolso y sacó de él lo que parecía un pequeño diario. O quizás una agenda. No lo sé. Escribió algo y apoyó dos dedos sobre el papel. Lo deslizó por la mesa con un ritmo perfecto. Trazando una línea recta, hasta él. Luego ella se levantó y se fue con la cabeza bien alta, el paso firme y un temple que en pocas ocasiones he visto a alguien al caminar. Su bolso de piel en la mano, sus gafas de sol puestas y su pelo al viento. Ella si que sabía cómo utilizar su pelo, ¡vaya que si lo sabía! Él, permaneció sentado durante unos segundos, inmóvil mirando el papel escrito. Lo agarró con fuerza y con un movimiento brusco y descuidado, se lo llevó hasta el bolsillo de la chaqueta.<o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Con un ademán rápido y agotado llamó al camarero y pidió la cuenta. Al poco tiempo estaba entrando en la boca del metro y yo debía darme prisa en alcanzarle, si no quería perderle la pista justo ahora. <o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Odiaba a ese tipo, siempre cogía el metro. Seguir a alguien por el metro es más difícil de lo que uno puede pensar de primeras. Hay mucha gente, pero eso no es una ventaja. El paso a veces se dificulta mucho cuando tienes que seguir a una persona. Es difícil mantener el ritmo con tanta gente de un lado para otro. Además, es un espacio cerrado y corres el riesgo de que te vea, te identifique. No llevaba la cuenta, pero durante el último mes me había montado en el metro con él casi dos veces cada día. Eso mínimo. Y siempre en el mismo vagón, es arriesgado montarse en otro y no bajarse a tiempo para seguirle a pie. <o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><br />
</div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Era hora punta, lo cual dificultaba el asunto. No quería que se montase en un vagón y quedarme fuera. Había mucha gente a pie de andén, esperando el próximo tren.<o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div align="center" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;"><span style="color: black;">--</span><span style="color: black;">o--<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;">Bajamos cinco estaciones más allá. Como de costumbre, cruzando el río. No conocía bien esa zona siempre hacía el mismo recorrido. Le seguí por los túneles a pie, subiendo las escaleras. Se dirigió a un edificio cercano a la boca del metro. Su casa. Solo unos metros más allá. Su fachada era robusta. De esas que llaman la atención. Con un corte muy del estilo centro-europeo. Entró en cuestión de segundos. Pero esta vez yo le acompañaría. Había tramado un plan para adentrarme en su casa. Mi plan era perfecto.<o:p></o:p></span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><div style="text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><span style="color: black; font-size: 13.5pt;"><br />
</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-23395557753592893812010-06-13T13:30:00.002+02:002010-07-26T02:10:51.482+02:00605 391 III<div style="text-align: justify;">Eructaba una vez tras otra a través del teléfono. El sonido rebotaba por la habitación, llenando un eco hueco que hasta el momento había pasado inadvertido por los que allí nos encontrábamos. En el silencio. Los jadeos de su interlocutor se podían oír desde la penumbra del hueco de la escalera. Intentaban ser sensuales, ambos, con su extraño concepto de la erótica. Su sexo, por teléfono y a través de eructos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Con el teléfono apoyado en el hombro tenía las manos libres. Pero por poco tiempo. Se empezó a masturbar y lo hacía como si le fuese en ello la vida. Era asqueroso. No podía verlo desde allí, pero el sonido era reconocible. Su desesperación cortaba el ritmo, lo descuartizaba. Era irregular y trabado. Las gotas de sudor le caían por la cara. Mejilla abajo hasta la barbilla, desafiantes. Las gotas se estiraban hasta caer al vacío, sobre su pecho. Las moléculas del sudor repetían, de una forma rítmica, casi melódica, el recorrido. Era extraño en aquella situación. Posiblemente esas gotas eran lo único que seguía un patrón cercano a la normalidad en aquella habitación. Y en alguna otra, muy lejos conectada a ésta por teléfono. Dos individuos enfrentados. La excitación los elevaba a un nuevo nivel, algo cercano al placer.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A mi simplemente me parecía cómico. Perturbador.</div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-32798517142848742142010-05-16T11:49:00.001+02:002011-05-06T21:52:45.067+02:00Barcelona<div style="text-align: left; padding: 3px;"><a href="http://www.flickr.com/photos/antoniojimenezg/4406334007/" title="photo sharing"><img src="http://farm3.static.flickr.com/2787/4406334007_8a7acbf7fe.jpg" style="border: solid 2px #000000;" alt="" /></a><br /><span style="font-size: 0.8em; margin-top: 0px;"><a href="http://www.flickr.com/photos/antoniojimenezg/4406334007/"></a>, originalmente cargada por <a href="http://www.flickr.com/people/antoniojimenezg/">Antonio Calambur</a>.</span></div><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-52430722549525521452010-05-15T21:43:00.001+02:002011-05-06T21:53:03.807+02:00Frágil sobre el cartón<div style="text-align: justify;">Como una explosión de luz amarilla, chispeante. Como un cohete lleno de fuego que lucha contra la gravedad. Y explota. Explota en un luminoso espectáculo. Explota en un estruendo ensordecedor. Una luz amarilla que lo inunda todo, que todo lo torna dorado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El reflejo de la luz en sus retinas. Ojos que no apartan la vista de la escena, como el que va al teatro e intenta no parpadear hasta el cierre del telón. Sólo son colores secos que pierden su brillo. Mentes que esperan pacientes un movimiento. Mentes de cartón.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pasaron más de tres mil estrellas ante sus ojos, y apenas distinguieron unas veinte. Sin duda les quedaba mucho por aprender, pero no podían hacer nada.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-46247635606746261512010-05-04T22:13:00.001+02:002011-05-06T21:53:25.177+02:00Puente de Triana<div style="text-align: left; padding: 3px;"><a href="http://www.flickr.com/photos/antoniojimenezg/3877956146/" title="photo sharing"><img src="http://farm3.static.flickr.com/2553/3877956146_2ef3aaea82.jpg" style="border: solid 2px #000000;" alt="" /></a><br /><span style="font-size: 0.8em; margin-top: 0px;"><a href="http://www.flickr.com/photos/antoniojimenezg/3877956146/">Puente de Triana</a>, originalmente cargada por <a href="http://www.flickr.com/people/antoniojimenezg/">Antonio Calambur</a>.</span></div><p>Puente de Triana (Sevilla)</p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-64430816129239359192010-05-03T14:46:00.002+02:002010-05-03T14:48:51.459+02:00La historia del pequeño Jimmy IILa observó por un instante y retomó el camino. Pensativo avanzó por la vereda, se preguntaba si la volvería a ver.<div><br /></div><div><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-31310214267610548002010-01-20T22:26:00.001+01:002010-01-20T22:27:05.393+01:00¡Feliz año nuevo!20 de Enero de 2010.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-16178034513464836962009-11-29T13:22:00.003+01:002011-07-21T23:50:45.801+02:00No lo confundan con soñar con los ojos abiertos,que lo que digo es que <span style="font-weight: bold;">los sueños se viven despierto.<br /><br /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-7960184977792069752009-08-20T10:33:00.005+02:002009-08-20T12:50:56.068+02:00La piel la tenía de puntillas...<div style="text-align: justify;"><br />La piel la tenía de puntillas. Parecía que sus poros querían en cualquier momento empezar a volar. Y no sabía por qué, pero siempre que le ocurría esto era que algo malo iba a pasar. Da igual que estuviese viendo la televisión, comprando en la carnicería o sacando al perro a pasear... cuando se le ponía la piel de gallina solo quedaba esperar la mala noticia.<br /><br />Y miró por el cristal de la ventana de la cocina. Y al rato volvió a mirar. Y se extrañó. Y a las cinco de la tarde, con un sol que esperaba ya a la hora de dormir en este frío invierno, oyó un golpe en la puerta. Se levantó del sillón y mientras lo hacía lo volvió a sentir... ese escalofrío que le enturbiaba la piel, se la dejaba del revés.<br /><br />Era su vecina la Toñi. Una mujer de anchas caderas y marcados pómulos. Una mujer algo tosca, con unas piernas anchas pero cortas. La Toñi era conocida en el barrio por su carrera artística que empezó muy de joven y acabó a la edad de veinticinco años cuando por cosas de la vida, se quedó viuda.<br /><br />La Toñi venía blanca, de tez y espíritu. Sus ojos perdieron el color que le daban la vida y sus labios... ¡ay sus labios! unos labios que todo el barrio había envidiado alguna vez... venían secos, sin la palabra fácil que la Toñi tenía cualquier día a cualquier hora y en cualquier lugar.<br /><br />- ¿Qué ha pasado, Toñi? - Preguntó.<br />- Qué... ¿qué ha pasado?... Te lo cuento y no lo crees. ¿Te lo cuento y me llamas loca! Te lo cuento y... y... ¡es que no puedo contartelo!<br />- Siéntate mujer, y te pongo un café, que con un café todo es más fácil.<br /><br />Remedios siempre decía que con un café todo era más fácil. Siempre oyó a su madre, desde que era solo una niña, decirle eso a las visitas cuando venían con una mala noticia o angustiadas por algún tema en concreto que a esas edades se escapaban de su entendimiento.<br /><br />- Remedios mujer... que estaba yo pelando las patatas, como todos los martes. Había ido a la frutería... Remedios... y no sé. Estaba como con un presentimiento. Creía que le había pasado algo a mi niña...<br />- ¿Le ha pasado algo a la niña? - preguntó con ansia mientras se daba media vuelta sobre si misma y dejaba la taza de café por solo un instante (comparable al que se posa una abeja sobre una flor) sobre la encimera de la cocina.<br />- No, Remedios, a la niña no le ha pasado nada. Es algo peor. Mucho peor. Y me vas a tomar por loca...<br />- Dímelo, mujer, que aquí nadie te toma por loca. Bien sabes tú, que en esta casa siempre se te ha ayudado, como a los míos en la tuya y no voy a dejarte ir en este estado hasta que no me lo cuentes todo y yo, al menos, intente ayudarte Toñi.<br />- Muchas gracias... si es que sabía que tenía que venir a verte. Desde que le vi por la mirilla de la puerta. Con esas canas... y ese bigote... pero esa mirada calcada a la de hace veinte años. Sus ojos no habían cambiado Remedios... ¡los ojos no!<br />- Y ¿quién era? - Preguntó con un tono que desvelaba totalmente sus ansias por saber más de este tema.<br />- El Manolo. Era el Manolo.<br />- ¿El Manolo? ¿Qué Manolo? Oh... ¡Dios mío! ¿Manolo? Pero... ¿cómo es posible? Mira Toñi... ¿estás segura tú de eso...?<br />- Totalmente. Como que se acaba de ir de mi casa. ¡Qué fingió su muerte Remedios! Y me dejó sola. Sola y con una niña. Con una carrera en pleno apogeo, que pocas cantan en el Madame Brouette de la capital... ¡y yo lo hice! Y lo peor de todo... me dejó sola y enamorada de un hombre que se suponía muerto. ¡Qué aún no me he quitado el luto Remedios! ¡Veinte años después!<br /><br />Y era cierto. De negro riguroso la Toñi paseaba calle arriba, calle abajo por el barrio desde la muerte del Manolo hacía veinte años ya. Y en esos veinte años dio paso a una mujer de caderas anchas, de piernas gruesas y de bolsas en los ojos. Sólo éstos, sus ojos, y sus labios mantenían a la Toñi siempre viva. Los que la recordaban con sus cantinelas en la fuente de la Plaza Mayor desde que era una niña veían en sus ojos esas ganas de triunfar, de comerse el escenario. Y en sus labios veían a esa mujer pícara y atrevida, aunque a estos, desde hacía veinte años ya, la Toñi no los pintaba de ningún color.<br /><br />- ¿Pero por qué ha venido ahora? ¡¿Por qué fingió su muerte Toñi?!<br />- No lo sé, no quiere hablar de ello. Sólo quiere conocer a su hija. Me ha contado que ahora vive en el norte, creo que en Pamplona. No lo sé, estaba muy nerviosa. Y que tiene mujer e hijos. ¡Qué vive bajo otro nombre! Ahora se llama Bartolomé, en honor a su otro abuelo. ¿Estoy loca Remedios? ¡No me queda otra que estar loca! Mi marido se levanta de su tumba y ¡me dice que está con otra mujer! Y que tiene hijos... ¡tres hijos! Un varón y dos hembras. A una le puso Antonia, en mi memoria. ¿En mi memoria? ¡Yo no soy la muerta en toda esta historia! Remedios... ¿te lo puedes creer?<br />- Francamente, me dejas sin palabras Toñi, no esperaba algo así. - Y cierto es que Remedios no lo esperaba... se había quedado petrificada y el café de la taza que tenía en la mano, algo frío.<br /><br /><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-82261407717178961042009-08-08T22:04:00.005+02:002009-08-08T23:00:11.660+02:00La historia del pequeño Jimmy I<div style="text-align: justify;"><br />Y ahí, plantado, estaba el pequeño Jimmy con una piedra en el camino, que salió de su zapato para caer junto a su pie...<br /><br /><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-33719987913759045942009-08-06T12:12:00.007+02:002011-05-06T21:55:37.185+02:00Diario del perfecto amante<div style="text-align: justify;"><br />Éste es el diario del perfecto amante. Del que da los besos con sabor a paz. Ese de la mirada tranquila, el que cautiva. Aquel que parece atractivo y lo demuestra. El que te templa y te da calor, el que te congela con un beso y te deja sin respiración. El perfecto amante es aquel que no hace ruido. Está ahí, siempre contigo. Y a veces, en un arrebato de pasión sale herido, pero no cura sus heridas en soledad, siempre busca curarlas con un amigo. El perfecto amante es ese que te abraza rodeándote y el que de vez en cuando se permite amarte.<br /><br />Y por si no lo sabes, es también el perfecto amante ese que de vez en cuando llora por las noches cuando está solo. Ese que no tiene vacaciones porque vive en un perpetuo castigo. Es esa persona que no se toma un respiro. El perfecto amante no es altivo. No tiene la autoestima alta ni se gana enemigos. El perfecto amante es aquel que está solo, aquel que sólo necesita cariño.<br /><br />Al perfecto amante no se le espera, no se le cita, ni se le valora. Al perfecto amante siempre se le deja escapar. Y siempre se le añora. A él y a sus abrazos que rodean, a su mirada tranquila, a sus besos con sabor a paz, a sus palabras bonitas y a su locura de permitirse amarte. Al perfecto amante siempre se le quiere volver a llamar, y se le echa de menos de verdad como a las cosas importantes... pero para entonces será demasiado tarde. El perfecto amante no volverá. Ya que es aquel que llora por las noches cuando está solo. Es el que vive en un perpetuo castigo. Es esa persona que no se permite un respiro. Es aquel que necesita cariño y nunca lo tiene.<br /><br /><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-87398253451331026642009-06-23T21:42:00.004+02:002011-07-21T23:50:58.314+02:00Definición de Koala<div style="text-align: justify;">
<span style="font-weight: bold;"><br />Koala.</span><br />
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1. m. Mamífero marsupial arborícola parecido a un oso pequeño, propio de los eucaliptales australianos.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin8VhP5FPuG6JViMisJMabgMUGsCTQ2MdfKGxTq65GuhlfZv-rrE_iucGDJtJc-07iKBUbFE5TW7QKzuAsb1pND7rjPG7DoEV5-f_cI_OTCb-WhnkoBocie8anVgv-VUXqLNQ9nqO1bBA/s1600-h/koala.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5350611196773177570" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEin8VhP5FPuG6JViMisJMabgMUGsCTQ2MdfKGxTq65GuhlfZv-rrE_iucGDJtJc-07iKBUbFE5TW7QKzuAsb1pND7rjPG7DoEV5-f_cI_OTCb-WhnkoBocie8anVgv-VUXqLNQ9nqO1bBA/s400/koala.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 400px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a><br />
<span style="font-size: 78%;"><span style="font-weight: bold;">Definición incluida en la vigésima segunda edición del diccionario de la lengua española.</span></span><br />
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Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-63166974636931818932009-06-19T19:48:00.008+02:002009-06-20T12:05:42.076+02:00La vergüenza nos temblaba en la voz<meta name="Generator" content="Microsoft Word 11"><meta name="Originator" content="Microsoft Word 11"><link rel="File-List" href="file:///C:%5CUsers%5CanWito%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtml1%5C01%5Cclip_filelist.xml"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><style> <!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-TRAD; mso-fareast-language:ES-TRAD;} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> </style><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p style="text-align: justify;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"></span></p>
<br /><div style="text-align: justify;font-family:arial;">Se me antojaba distinta, desconocida, pero aún reconocía sus ojos. Unos ojos rodeados de misterio, de intriga, y de teatro. Se dibujaba como una llama lejana, que me templaba en la distancia a través de su mirada. Dio un paso al frente al tiempo que sus labios, fríos y rosados dejaban pasar el aire entre oscuridad y miedo. No dijo nada, solo miraba. Mis ojos se encontraron con los suyos. Establecimos una especie de duelo sinsentido que llevamos a lo absurdo.
<br />
<br />No me había reconocido. Los años habían dejado su marca en nuestros rostros y el castigo de la vida había dejado las heridas. Heridas que aún a día de hoy latían sin piedad en nuestros corazones. Un cálido frescor recorrió la habitación y llegó hasta mi cuerpo que yacía en la penumbra. Me abrazó. Noté como sus lágrimas caían en mi hombro. No dijimos nada, el tiempo nos hizo callar como cobardes lo que un día no defendimos. <span style="font-style: italic;">La vergüenza nos temblaba en la voz.</span>
<br /></div>
<br />
<br /> Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-20778628281979323072009-06-18T09:40:00.008+02:002011-05-06T21:56:57.442+02:00Autodestructivo con espíritu constructivo<div style="text-align: justify;"><br />Me ha sorprendido leer un texto de <span style="font-style: italic;">Jaime </span><span style="font-style: italic;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Bayly</span>, un periodista, escritor y presentador de televisión peruano en el que encuentro grandes verdades contadas de una forma muy original y que consigue transmitir lo que se propone: todos nosotros estamos llenos de contradiciones.<br /><br />El texto por completo, no me gusta. En parte porque me llegan aquellas partes con las que me siento identificado y no con todas ellas lo hago... y por otro lado porque me parece que el propio texto está lleno de una contradicción que no le hace un favor. Hay muchas partes que contradicen lo que otras anteriores expresan y eso hace contraste con el factor de que el texto se supone una declaración de principios y que al mismo tiempo juega (en ocasiones) con una continuación temática en las distintas frases que hace mayor la contradicción. Esa construcción de la contradicción entre frases y por otro lado esa destrucción de la contradicción con otras no me gusta. Hace que parezca que ha querido recopilar simplemente frases ingeniosas perdiendo la dirección de lo que quería comunicar exactamente.<br /><br />He copiado solo aquellas con las que me siento identificado, que me han parecido curiosas o simplemente una gran verdad que veo reflejada en la sociedad.<br /></div><br /><span style="font-style: italic;">Soy optimista pero no espero nada bueno. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy vago pero empeñoso. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy romántico pero duermo solo. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy amable pero insoportable. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy honesto pero </span><span style="font-style: italic;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">mitómano</span><span style="font-style: italic;">. </span><br /><br /><span style="font-style: italic;">Tengo amor propio pero soy </span><span style="font-style: italic;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">autodestructivo</span><span style="font-style: italic;">. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy </span><span style="font-style: italic;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">autodestructivo</span><span style="font-style: italic;"> pero con espíritu constructivo. </span><br /><br /><span style="font-style: italic;">Soy </span><span style="font-style: italic;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">narcisista</span><span style="font-style: italic;"> pero con impulsos suicidas. </span><br /><span style="font-style: italic;">Creo en la democracia pero no me gusta ir a votar. </span><br /><span style="font-style: italic;">Creo en el sexo seguro pero soy </span><span style="font-style: italic;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">sexualmente</span><span style="font-style: italic;"> inseguro. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy comprensivo pero no sé perdonar. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy humanista pero no creo en la humanidad. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy coherente pero inconsecuente. </span><br /><span style="font-style: italic;">Tengo principios pero me gusta que se terminen. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy intolerante con los que no me toleran. </span><br /><br /><span style="font-style: italic;">Me gusta el arte pero me aburren los museos. </span><br /><span style="font-style: italic;">Me aburren los museos pero me gusta que me vean en ellos. </span><br /><br /><span style="font-style: italic;">Soy un mal escritor pero una buena persona. </span><br /><span style="font-style: italic;">Soy una buena persona pero no cuando escribo.<br /><br /><span style="font-style: italic;"></span></span><span style="font-weight: bold;font-size:78%;" >Texto de Jaime Bayly.</span><span style="font-style: italic;"><br /><br /><br /></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-37694363371375324842009-06-15T15:38:00.006+02:002011-07-21T23:52:40.615+02:00Daemon<div style="text-align: justify;">
<br />
Los griegos creían que toda persona tenía un espíritu protector, o <span style="font-style: italic;">daemon</span>, que estaba presente el día de su nacimiento y cuidaba de ellos durante su vida. Este espíritu tenía una relación mística con el dios en cuyo día de cumpleaños la persona nacía. La costumbre de las tortas (pasteles) con velas encendidas comenzó con los griegos; se ponían sobre los altares del templo de Artemis tortas redondas como la luna, hechas con miel, que tenían cirios encendidos. La creencia folklórica es que las velas de cumpleaños están dotadas de magia especial para conceder deseos. De modo que las velas de cumpleaños rinden honra y tributo a la criatura que celebre su cumpleaños y le traen buena suerte. Los saludos de cumpleaños y las felicitaciones son parte intrínseca de esta fiesta, en la que originalmente la idea estaba arraigada en la magia.<br />
<br />
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2516765478431341344.post-14018131425846659312009-06-07T23:01:00.010+02:002011-07-09T10:54:02.970+02:00Bienvenidos<div style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />"En los viejos tiempos, pensó, un hombre miraba el cuerpo de una muchacha y veí a que era deseable y aquí se acababa la historia. Pero ahora no se podía sentir amor puro o deseo puro. Ninguna emoción era pura porque todo establa mezclado con el miedo y el odio."</span></i></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">George Orwell, </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">1984</span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">.</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Hay veces en que, ilusos, nos empeñamos en encontrar sentimientos puros allí donde vamos. Hay veces en que, ciegos, creemos en algo que no existe.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">No sé que línea seguiré con este blog. Si escribiré, citaré o recomendaré canciones. Si criticaré discos o pelí culas. No sé si hablaré de mi, de los que me rodean o mentiré como un bellaco. Ni la atención que prestaré a este lugar.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Sólo me apetecí a tener un rinconcito dónde escribir de vez en cuando y aportar(me) una visión algo distinta de la realidad. Bienvenidos a mi blog.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0